Habitar, producir, pensar el espacio rural: De la Antigüedad al Mundo Moderno
Miceli, Paola y Gallego, Julián
Habitar, producir, pensar el espacio rural: De la Antigüedad al Mundo Moderno - Primera Edición 2008; - Buenos Aires; MIÑO Y DÁVILA EDICIONES; 2008; - 383 páginas; Tapa flexible; 21.5 x 13 centímetros; Impreso; Mediano;
CAPITULO 1: Lugares practicados, trayectorias de territorios. Habitar, producir, pensar por Julián Gallego y Paola Miceli. PRIMERA PARTE: Antigüedad Clásica. Estructuras urbanas y usos del territorio. CAPITULO 2: El territorio de in polis. Explotación agrícola y organización política La ocupación del espacio y la imagen del territorio por Domingo Plácido. CAPÍTULO 3: La economía campesina en el mundo griego. Producción, intercambio y autarquía por Julián Gallego. CAPÍTULO 4: La representación de la caza en la pólis ateniense. La cinegética en el texto literario y en las imágenes de los vasos áticos (siglos VI-IV n.C.) por André Leonardo Chevitarese. CAPITULO 5: Paisajes y catastros antiguos, textos y arqueologia. Sobre algunos problemas de datación de los tratados de agrimensura por Antonio Gonzalès. CAPITULO 6: Les circunceliones. Elementos para la construcción de la historia rural africana por Carlos G. Garcia Mac Gaw. SEGUNDA PARTE: Edad Media y Modernidad. Formas de poder y configuraciones comunitarias. CAPITULO 7: Señores y villanos por Joseph Morsel. CAPITULO 8: La contestación campesina a las exigencias de trabajo señoriales en Castilla y León. Las formas y su significación simbólica por Isabel Alfonso. CAPÍTULO 9: Según la tradición de la tierra. Comunidad rural y práctica jurídica en los fueros medievales por Paola Miceli. CAPÍTULO 10: Sobre forasteros y vecinos. Prácticas de reciprocidad en los concejos rurales en la periferia castellana durante la modernidad temprana por María Inés Carzolio. CAPÍTULO 11: Significación e identidad en el campo español. Una desnaturalización del sujeto de la modernidad por Jesús Izquierdo Martín.
¿Por qué habitar, producir, pensar el espacio rural? Cada una de estas acciones remite a formas de hacer y maneras de creer determinadas. El espacio no es una entidad inmóvil que pueda ser sencillamente definida y a partir de allí tomada como una constante inerte. No se trata de la simple ocupación de lugares dados de antemano, puesto que esto supone una imagen estática, sino que se concibe el espacio como dinámico, histórico, mutable. Se trata de un juego inmanente entre procesos de configuración y figuras de lo ya instituido, entre movimientos de transformación de los modelos e inercias de lo dado, que llevan del orden espacial vigente a los nuevos dispositivos territoriales. Habitar significa conformar un espacio precisamente para habitarlo, configurar subjetividades específicas relativas al hecho de formar parte de una comunidad determinada. Un territorio se instituye en tanto que se lo habita, generando al mismo tiempo los recursos para pensar sobre ese proceso de instauración. Por ende, habitar un territorio conlleva producirlo y pensarlo como espacio apropiado, subjetivo, imaginario. El espacio se constituye dinámicamente como plasmación de prácticas sociales, y es percibido como organizado en virtud de experiencias activas de creación, que en las sociedades analizadas en este libro suelen ser preponderante rurales.
Dirigido a jóvenes, profesionales, investigadores.
978-84-96571-59-4
ANTIGUEDAD, CLÁSICA, ARQUEOLOGÍA, TRADICIÓN, JURÍDICA, IDENTIDAD.
306
Habitar, producir, pensar el espacio rural: De la Antigüedad al Mundo Moderno - Primera Edición 2008; - Buenos Aires; MIÑO Y DÁVILA EDICIONES; 2008; - 383 páginas; Tapa flexible; 21.5 x 13 centímetros; Impreso; Mediano;
CAPITULO 1: Lugares practicados, trayectorias de territorios. Habitar, producir, pensar por Julián Gallego y Paola Miceli. PRIMERA PARTE: Antigüedad Clásica. Estructuras urbanas y usos del territorio. CAPITULO 2: El territorio de in polis. Explotación agrícola y organización política La ocupación del espacio y la imagen del territorio por Domingo Plácido. CAPÍTULO 3: La economía campesina en el mundo griego. Producción, intercambio y autarquía por Julián Gallego. CAPÍTULO 4: La representación de la caza en la pólis ateniense. La cinegética en el texto literario y en las imágenes de los vasos áticos (siglos VI-IV n.C.) por André Leonardo Chevitarese. CAPITULO 5: Paisajes y catastros antiguos, textos y arqueologia. Sobre algunos problemas de datación de los tratados de agrimensura por Antonio Gonzalès. CAPITULO 6: Les circunceliones. Elementos para la construcción de la historia rural africana por Carlos G. Garcia Mac Gaw. SEGUNDA PARTE: Edad Media y Modernidad. Formas de poder y configuraciones comunitarias. CAPITULO 7: Señores y villanos por Joseph Morsel. CAPITULO 8: La contestación campesina a las exigencias de trabajo señoriales en Castilla y León. Las formas y su significación simbólica por Isabel Alfonso. CAPÍTULO 9: Según la tradición de la tierra. Comunidad rural y práctica jurídica en los fueros medievales por Paola Miceli. CAPÍTULO 10: Sobre forasteros y vecinos. Prácticas de reciprocidad en los concejos rurales en la periferia castellana durante la modernidad temprana por María Inés Carzolio. CAPÍTULO 11: Significación e identidad en el campo español. Una desnaturalización del sujeto de la modernidad por Jesús Izquierdo Martín.
¿Por qué habitar, producir, pensar el espacio rural? Cada una de estas acciones remite a formas de hacer y maneras de creer determinadas. El espacio no es una entidad inmóvil que pueda ser sencillamente definida y a partir de allí tomada como una constante inerte. No se trata de la simple ocupación de lugares dados de antemano, puesto que esto supone una imagen estática, sino que se concibe el espacio como dinámico, histórico, mutable. Se trata de un juego inmanente entre procesos de configuración y figuras de lo ya instituido, entre movimientos de transformación de los modelos e inercias de lo dado, que llevan del orden espacial vigente a los nuevos dispositivos territoriales. Habitar significa conformar un espacio precisamente para habitarlo, configurar subjetividades específicas relativas al hecho de formar parte de una comunidad determinada. Un territorio se instituye en tanto que se lo habita, generando al mismo tiempo los recursos para pensar sobre ese proceso de instauración. Por ende, habitar un territorio conlleva producirlo y pensarlo como espacio apropiado, subjetivo, imaginario. El espacio se constituye dinámicamente como plasmación de prácticas sociales, y es percibido como organizado en virtud de experiencias activas de creación, que en las sociedades analizadas en este libro suelen ser preponderante rurales.
Dirigido a jóvenes, profesionales, investigadores.
978-84-96571-59-4
ANTIGUEDAD, CLÁSICA, ARQUEOLOGÍA, TRADICIÓN, JURÍDICA, IDENTIDAD.
306