TY  - BOOK
AU  - Giusti, Miguel
TI  - ALAS Y RAÍCES : : Ensayos sobre ética y modernidad : 
SN  - 9972-42-143-0
U1  - 170.1 21
PY  - 1999///
CY  - Perú
PB  - Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial
KW  - Sociología y Filosofía
KW  - Moral
KW  - Filosofía contemporánea--Perú
KW  - Modernidad
KW  - Racionalidad
N1  - Sobre la racionalidad de los modernos. --1. La crisis del ideal universalista de la razón. --2. Introducción a la introducción de Hegel a la filosofía. --3. Raíces metafísicas de la Lógica de Hegel. --4. Una modernidad autocrítica. La tesis de Jürgen Habermas Sobre la ética de los modernos.--5. Descartes o la prudencia del racionalismo. --6. El terror de la moral. Sobre los análisis hegelianos de la acción individual. --7. La ética discursiva de Jürgen Habermas. --8. Moralidad o eticidad. Una vieja disputa filosófica. --9. El comunitarismo: ¿"enemigo principal" del liberalismo? --10. La globalización y el multiculturalismo. Un complejo proceso ético-político. --11. Los derechos humanos en un contexto intercultural sobre la modernidad del psicoanálisis. --12. Cientificidad y modernidad del psicoanálisis. --13. Las tretas de la suspicacia. Filosofía y psicoanálisis Discusión. --14. El virus de la modernidad en el Perú. --15. La cultura de la autenticidad: entre el narcisismo y el fundamentalismo. --16. Francis Guibal: la vigencia de Mariátegui. --17. Francisco Miró Quesada: la filosofía del derecho. --18. Carlos Thiebaut: los límites del comunitario; El texto está dirigido a estudiantes universitarios y académicos interesados en filosofía moral y ética, así como a pensadores contemporáneos
N2  - Es sorprendente el interés que la ética viene despertando en las últimas décadas de este siglo. En los dominios de la filosofía, donde habitualmente se discuten estos asuntos, se ha producido un verdadero renacimiento de la ética, un florecimiento repentino de concepciones morales de aplicación práctica, acompañado de un debate más teórico sobre el papel fundamental que las cuestiones éticas juegan en el conjunto de la filosofía. De un lado, efectivamente, muchos filósofos contemporáneos proponen nuevas teorías sobre la ética en general, o sobre lo que se ha dado en llamar la ética "aplicada" (la bética, la ética ecológica, la ética periodística, etc.). Pero, de otro lado, no pocos de ellos van más lejos y consideran a la ética como la cuestión esencial de la filosofía, como el marco de referencias último de todas las otras cuestiones relativas a la racionalidad o la cientificidad. Éste es, ciertamente, el caso de los filósofos llamados comunitarias, pero lo es también, aunque en forma menos aparente quizás, de muchos otros filósofos que hacen reposar la consistencia o la veracidad de las teorías en las condiciones prácticas, consensuales, de producción de nuestros discursos raciona- les. El interés por la ética no es, sin embargo, sólo una cosa de filósofos. En muchos otros campos del conocimiento, o de la vida práctica, se percibe igualmente una demanda de ilustración en temas éticos, y se multiplican los foros y las publicaciones en los que esa demanda se articula y se hace pública.
Que se acreciente el interés y se multipliquen las publicaciones sobre la ética, no quiere decir, por cierto, que se ten- ga una idea clara de lo que se está buscando. Lo contrario es más bien lo cierto. Se habla y se discute, sobre todo con esa vivacidad, de lo que ha perdido su evidencia. Si se tuviera certeza de lo que la ética es o de sus preceptos, no haría falta hacer tal despliegue de recursos. El creciente interés por la ética en la sociedad liberal contemporánea es un interés re- velador, revelador de una ausencia. Buscamos algo que, al parecer, nos hace falta y que esa sociedad no logra satisfacer. Pero, ¿qué es eso que nos falta? ¿Cuál es esa ausencia que nos apremia y desata nuestra imaginación moral? Podemos responder a esta pregunta recordando cuáles son las dos interrogantes centrales de la ética, porque ellas dan expresión a dos formas distintas de ausencias morales: ¿cómo ser felices? y ¿cómo ser justos?
La pregunta por la felicidad y la pregunta por la justicia nos las hacemos todos, de manera más o menos explícita, de manera más o menos reflexiva, pero todos, porque en asuntos de la ética, a diferencia de los asuntos de la ciencia, todos somos igualmente competentes. ¿Cómo ser felices?, es una pregunta que nos atañe personalmente, que nos plantea mos siempre en primera persona, en singular o en plural. Es la pregunta por los valores, por los bienes, por las experiencias o por las cosas que pueden procurarnos un sentimiento duradero de bienestar o revelarnos el sentido de nuestra vida. ¿Cómo ser justos?, en cambio, es una pregunta que, si bien nos atañe también personalmente, no nos la planteamos en primera, sino en tercera persona. Lo que queremos saber no es en este caso qué es lo bueno para mí, o para nosotros, sino qué es lo bueno para todos, y a eso precisamente llamamos lo "justo"
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