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040 |
_aCCE _cBiblioteca Especializada Ciencias de la Educación _eRDA |
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_aspa _hspa |
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082 |
_221 _a100 |
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092 |
_a100 _SB4652s |
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100 |
_aBetanzos, Miguel _eAutor; _91883 |
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245 |
_aSÓCRATES _bEl sabio envenenado |
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250 | _aPrimera Edición; | ||
260 |
_aBuenos Aires - Argentina; _bGRIJALBO; _c2005; |
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300 |
_a224 Páginas; _bTapa flexible; _c23 x 15 Centimetros; _fImpreso; _gMediano; |
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336 |
_2rda conten _aTexto _btxt |
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505 | _aI. La noche ardiente. II. A tempranas horas de la mañana. III. El cielo rígido y hundido... VI. La infinita belleza del mar, V. Los anuncios del dios se cumplían. VI. La ingente labor de Sócrates VII. Densamente humeaba la ciudad sobre las cabezas. VIII. Una sensación extraña y confusa. IX. Atenas se hallaba en ruinas X. Y por fin ocurrió lo que se temía. XI. Se tendía delante de él. XII. La infinita espiral de la guerra. XIII. Qué era él sin la palabra? XIV. Tal como el propio Critias había temido. XV. Había sido una jornada larga y extenuante. XVI. Por qué te dejas morir? XVII. Seguía moribundo, con la pasmosa lentitud. | ||
520 | _aLa figura de Sócrates, nacido en Atenas hacia el año 470 a.C., resulta cautivante en varios aspectos. Fue un pensador original y profundo, enemigo de los prejuicios y doctrinas establecidas, maestro de la ironía y dueño de un espíritu fino y excelso. Pero además, un hombre tan simple y austero que, en sus eternas caminatas por la ciudad, Fácilmente podía ser confundido con un mendigo. Quizá no haya tanta novedad en sus ideas, pero sí en la forma de transmitirlas. Sócrates hablaba con infinita sencillez, casi con la llaneza de quien cuenta una historia, pero sus diálogos vibraban las cuestiones más esenciales del espíritu humano. Su presencia irradiaba serenidad y confianza entre sus discípulos, pero algunos atenienses, sobre todo los sofistas, se escandalizaron de sus métodos y de aquella estrafalaria costumbre de no cobrar por sus lecciones. Vivió libre de ataduras y acorde a sus ideas. Pero aquella osadía tuvo su precio: Muchos atenienses sintieron vértigos de aquel hombre que los aguijoneaba con sus preguntas, que los llevaba hacia los abismos del pensamiento. Y en un acto de soberbia y sinrazón, acabaron por condenarlo a muerte y obligarlo a beber la cicuta una noche de primavera. | ||
521 | _aDestinado a estudiantes universitarios y profesionales. | ||
650 | _2Ciencias de la Educación | ||
653 | _aÁGAPE, INVISIBLE, OBESIDAD, JUBILOSO, IMPERIOSO. | ||
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