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040 _aBiblioteca Especializada de Derecho
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100 _a García, Hamilton José Ignacio
_eAutor
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245 _aEl autoritarismo Hispanoamericano
_by la improductividad
250 _aPrimera edición - Pocket
260 _aBuenos Aires;
_bSudamericana S.A.;
_c1998
300 _a 325 páginas;
_bTapa flexible;
_c17.8 x 11 centímetros;
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505 _aReconocimientos. --Introducción. --I Las encomiendas. --II. La evangelización. --III. El absolutismo. --IV. El estatismo. --V. El militarismo. --VI. El incumplimiento de la ley. --VII. La influencia religiosa. --VIII. Catolicismo y subdesarrollo. --IX. Religión y democracia. --X. La raigambre del nazismo. --Epílogo
520 _aPoco antes de 1930, algunos grandes países de América Latina parecían encontrarse en una etapa de completa estabilidad institucional y pleno desarrollo económico. México en el norte y la Argentina en el sur eran las naciones que reflejaban más cabalmente esas características. Desde que Porfirio Díaz empezara a gobernar México en el último cuarto del siglo XIX, el país había iniciado una significativa expansión económica. Se liberalizó el comercio interno eliminándose el impuesto de alcabalas y el integrado mercado nacional pasó a vincularse con el mundo exterior. La agricultura, la minería y la industria crecieron, y la construcción de caminos, telégrafos y ferrocarriles se aceleró: de 638 kilómetros de vías en 1876 se había pasado a 19.820 en 1910. En setiembre de 1910, al celebrarse el centenario del grito de Independencia y los 80 años de vida de Porfirio, el país inauguraba importantes obras públicas como la Estación Sismológica y el canal de desagües de la capital, en medio de la admiración de los representantes extranjeros. La carencia del "Porfiriato", en cambio, había sido política. En 1871 Díaz se había alzado en ar mas contra el presidente Benito Juárez bajo el lema de "Sufragio efectivo, no reelección", pero cuando en 1876 llegó él a la primera magistratura sintió más que nadie la tentación de retener el poder. Con el solo y breve intervalo de 1880 a 1884 en que gobernó su compadre Manuel González, Porfirio ocupó la presidencia hasta 1911, cuando fue derrocado por una rebelión encabezada por Francisco Madero, líder del Partido Nacional Antirreeleccionista. Esta vez, sin embargo, no se trataba de un golpe palaciego o de una revolución incruenta o de pequeñas minorías. Se produjo una verdadera Revolución Mexicana que iba a extenderse por diez años y, sacudiendo las estructuras sociales y pretendiendo satisfacer los ancestrales reclamos de indígenas y mestizos por sus tierras usurpadas, iba a culminar con la iniciación de un período de democracia aparentemente consolidada¹. La reelección presidencial fue eliminada de la Constitución y todo parecía indicar que las tendencias republicanas habían terminado de arraigar en el suelo mexicano. El futuro, tanto en lo económico como en lo político, se presentaba brillante para el país azteca
521 _aDirigido a Investigadores, estudiantes y profesionales, Docentes, investigadores.
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