INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCATIVA: Una necesidad humana, curricular y práctica.

1. El por qué de hoy, de la inteligencia emocional. 2. Transitando, desde la inteligencia tradicional o cognitiva, a la inteligencia emocional. 3. Una aproximación a la comprensión de las emociones. 4. Concepto y significado de la inteligencia emocional. 5. Características esenciales de la inteligencia emocional 6. La utilidad e importancia de la inteligencia emocional. 7. Ámbito de la inteligencia emocional. 8. Educación emocional para lograr la inteligencia emocional.

Desde hace muchos años, ha estado presente en los ámbitos curriculares y de la educación, el concepto de Formación Integral y aun cuando reconocemos que se han hecho esfuerzos de toda índole para lograrla, el camino recorrido, aunque a veces no se quiera reconocer, deja muchos interrogantes e incluso, la posibilidad de pensar, que en tal hecho, ha habido más retórica y más buenas intenciones que logros reales. ¿Por qué se presenta esto? Para responder, podríamos armar varias importantes conjeturas o, quizás inferencias, derivadas de nuestra práctica educativa y de otros referentes experienciales, pero queremos centrar nuestra atención, sólo en dos que consideramos las más relevantes. La primera, es que la Formación Integral es tema de poco análisis y debate y se ha asumido como si todo el mundo y educadores y directivos, principales implicados, la entendieran suficiente y claramente y así mismo la implementarán, en sus respectivas actuaciones profesionales, cuando la realidad es otra. La segunda, y que de alguna manera implica la primera, es que la Formación Integral, a nuestro modo de ver, no se logra aplicar efectivamente por una falla, omisión, ignorancia o confusión epistemológica en la concepción de la misma. ¿Cómo, por ejemplo, puede pensarse que se da la Formación Integral, cuando se opera conductista y desde la práctica pedagógica bajo una concepción el máximo énfasis está luego, a la vez positivista? Además, si nos atenemos a una taxonomía de las disciplinas de los currículos, tanto de la educación primaria como de la secundaria, para no referirnos a otros niveles o especialidades, encontraremos que centrado en las materias o asignaturas que favorecen lo racional y lo científico y poco espacio se deja para aquellas que tienen que ver con las actitudes, los valores, las emociones, los sentimientos etc.

A estudiantes universitarios, investigadores y profesionales.